Esta es la carta que nunca te di, esta es la carta que escribí para no darte y solo habían
margenes de un solo color y solo había una hoja y yo decidí que sería una carta
escrita hoy
después de un tiempo todo fue silencio
silencio parecía un buen
silencio amigo yo esperaba
silencio esa ultima oleada
de brisa
suave rozando mis dedos para que esta carta
no muriera
pero un sonido brusco venía de afuera de
la hoja
por un momento
las margenes negras y las margenes de un solo negro color [ porque hay muchas clases
de negro en la tabla de no-color
pero solo estaba ese negro-vacío ese negro-adiós ese negro-momento-de-sinceridad
-sobre-la-carta-
y estuvo alineado
el poro de mi mano
y la partícula de papel
para funcionar maravillosamente al mismo tiempo
quise decir:
esta es la carta que nunca te prometí porque dejé de hacer promesas y en ella
quise hablarte de espejos
y de piedras pero las piedras son objetos quietos y pesados
luego escribí:
¡por dios!
y luego
¡por Dios!
unas tres veces.
la hoja siguió y yo seguí
la hoja de siempre con la carta de siempre
me dijo: terminemos para siempre
o terminemos siempre
con las palabras que caben en tus ojos y tu boca y un poco en tu nariz
con un poco de orden
cosa de organización.